CONSEJOS UTILES
a) Te enseñare varias formas de limpiar los pinceles y recordemos que para obtener mejores resultados es importante limpiar los pinceles apenas termine de usarlo, para que te duren más.
· Comprar diluyente y jabón especial para estos productos, que lo venden en tiendas especializadas; primero sumergirlo en el diluyente y luego lavar, dejar secar.
· Otra más económica es comprar aguarrás o ziner que lo venden en las ferreterías y en un recipiente de plástico o de vidrio poner la solución y sumergirlo por un par de minutos o horas y luego lavarlo con jabón de ropa, dejarlo secar.
· En un recipiente con tapadera vacío y limpio, poner detergente y agua, cerramos y agitamos, después introducimos los pinceles a limpiar.
b) Después de limpiar los pinceles, debes secarlos muy bien.
· Quitar el exceso de líquido con una toalla o trapo y ponernos al sol en una superficie plana.
· Después de limpiarlos, los colocamos en un vaso alto y vacío con las cerdas apuntando hacia arriba.
De igual manera se limpia la paleta, se quita el exceso de pintura y luego con el disolvente y si es necesario se lava con detergente.
CURIOSIDADES
§ Existía un pigmento llamado marrón de momia que se obtenía de la descomposición de las momias que se importaban de manera clandestina desde el siglo XII.
§ El color llamado rose doré, utilizado para los rostros, se obtenía con la orina de vacas indias previamente alimentadas con hojas de mango. Poco a poco fue cayendo en desuso.
§ El rojo intenso se hacía con un insecto llamado cochinilla, el cual era finamente pulverizado.
§ El color más costoso era el azul ultramar, obtenido de una piedra semipreciosa, el lapislázuli. Era el color utilizado en la pintura de los mantos de la Virgen, y era frecuente que su cantidad, uso y extensión fuera objeto de especificaciones muy precisas en los contratos realizados entre los comitentes y el artista.
§ Los artistas venecianos de final del siglo XV fueron los primeros que utilizaron el lienzo libre montado sobre un armazón.
§ La tela alcanzó su máximo esplendor como soporte en el siglo XIX con los impresionistas, cuando se comenzó a extender la pintura al aire libre y se hicieron necesarios soportes más ligeros y fáciles de transportar.